El género femenino tiene la
particularidad de ser conciliador y resolutivo, por tanto estas cualidades
innatas a su especie hacen que su experiencia unida a su preparación académica una
herramienta clave para la construcción de nuestra nación después de la guerra.
Redacción:
Ruby Johanna Acero
El liderazgo femenino
para el postconflicto
Karen
Milena León Aroca es una joven mujer Gachancipeña, líder comunitaria desde hace
mas de 10 años quien desde su profesión de abogada, egresada de la universidad
Los Libertadores trabaja en pro de su municipio brindando asesorías jurídicas y
acompañamiento a la población en general.
Durante
su gestión como personera municipal en el periodo (2011-2015), tuvo su más
destacada labor en la cual su principal motivación ha sido “plantear necesidades en comunidad (…) y estructurar soluciones a las
necesidades planteadas”.
Esta
gachancipeña considera de suma importancia resolver estos conflictos desde la
misma comunidad y se estructuren soluciones viables.
La
Dra. León analiza el tema del postconflicto viendo a Gachancipa como un
municipio receptor de la población víctima del conflicto armado, debido a su
posición geográfica privilegiada y a su cercanía con la capital, lo cual hace
que sea una comunidad atractiva con fuentes de empleo y nos muestra como “una solución, ese posible momento o espacio
de paz”.
Herramientas para el Postconflicto
Con
la llegada de la población víctima del conflicto armado a Gachancipa, Karen nos
cuenta que mientras lidero la personería, pudo observar que las necesidades de
este grupo se centraban en vivienda, educación, salud y el municipio no contaba
con el presupuesto para dar respuesta a estas exigencias.
Esta
problemática se repetía a nivel nacional
por tanto se creó la ley 1448 de 2011 por la cual se establecen una serie de
estrategias para amparar a la población victima asignando recursos del
presupuesto nacional para la atención inicial de esta población el cual subsidiaba
las necesidades básicas por un lapso de 3 meses mientras podían conseguir un
empleo y podían mantenerse por sus propios medios.
Dicha
ayuda no se limita a subsidios económicos para sanear las necesidades inmediatas sino que busca brindar un proceso
de reparación el cual debe tener en cuenta el grupo étnico al que pertenecen
respetando sus usos y costumbres.
Otro aspecto a destacar de esta ley es la asignación de
recursos para facilitar el acceso a programas de formación por medio del SENA
para crear proyectos productivos por medio del establecimiento de organismos
(asociaciones microempresas), o acceso a capacitación técnica para que puedan
emplearse en distintas compañías de la
sabana centro.
La inclusión clave del
éxito del postconflicto
Para una líder como Karen incluir verdaderamente a la
población en el postconflicto debe partir del empoderamiento de la comunidad,
convirtiéndolos en parte de la solución, por medio de estrategias integrales que
abarquen aspectos sociales, educativos, económicos, laborales que les permita
una adaptación a este nuevo entorno.
Adicional a suplir estas necesidades es relevante establecer
espacios de diálogo entre víctimas y victimarios para dar solución a conflictos
suscitados en momentos anteriores evitando que se conviertan en problemas
personales y desencadenen en situaciones como las lesiones personales,
homicidios que puedan llegar a afectar la seguridad del municipio.
Por otra parte, es clave una intervención interdisciplinar a
través de áreas como la psicología, psiquiatría, trabajo social, sociología
para empezar un proceso de perdón y resiliencia permitiendo superar los
diversos efectos negativos de la guerra.
Por último Karen hace un llamado a la tolerancia y a
“superar el margen de odio que se percibe en el ambiente (…)”entendiendo las
situaciones y circunstancias en las que viven los demás poniéndose “en los
zapatos del otro” para entender el porqué de sus actos y de esta manera buscar
nuevas estrategias de solución.