Redacción: Miguel Riaño
Respirando
paz después de muchos años de conflicto armado y violencia hacia las
comunidades más apartadas, el Quindío celebra un modelo práctico de integración
de la sociedad, gracias a los acuerdos del Estado con las guerrillas, ya que se
vieron afectados varios municipios, donde los más recordados escenarios quedaron
plasmados en el municipio de Génova.
Un
7 de agosto de 1999, cuando se acabó la tranquilidad de un bello municipio
paisa, quindiano y echado “pa’ lante”, como decimos popularmente en toda la
región del Eje Cafetero, toda la comunidad llegó a estar consternada por la
masacre de muchas personas inocentes en un billar del pueblo.
De
acuerdo a las narraciones de las personas, muchos de ellos no tenían nada que
ver con organizaciones que se dedicaran a la venta de alucinógenos, y muchos
inocentes calleron en ese momento. Todo se generó por la guerra del poder y el
querer dominar y mandar en una región a la cual era vulnerable.
Abarcando
el tema del conflicto armado en el Quindío, varios escenarios se han organizado
desde su aparición en el municipio de Génova, que fue la cuna de aquel momento
en el que la tranquilidad culminó y llegó la incertidumbre de crear nuevos
aspectos violentos contra la población, desorientando el modelo social que se
tenía desde un espacio típico y estable.
Frente
a la entrevista realizada a la señora Mariela, respecto a la historia que tiene
grabada en su mente, relata cómo se dan nuevos escenarios prácticos en aquel
municipio, abarcando diferentes aspectos que anteriormente la violencia no
dejaba integrar. De este modo, se ha venido implementando un modelo social de
seguridad, tanto en la ciudad de Armenia, como en los diferentes municipios del
Quindío, instalando cámaras de seguridad y vigilancia, gracias a las gestiones
de la actual administración, que se ha puesto las pilas con el desarrollo
social y llegando más a la sociedad.
Contando la historia
Mariela
Rincón, gestora social del barrio Uribe, relata cómo se originó aquel momento
en agosto del 99, cuando las armas silenciaron varias vidas, incluso de
personas inocentes que estaban en aquel momento y espacio por una u otra razón
y que no sabían que ese día sería tan cruel y recordado por la memoria de los
quindianos.
"Junto
con los paramilitares, narcotraficantes y bandas criminales que se forman en
pequeños entornos que se van fortaleciendo por hacer convenios con las fuerzas
públicas, formando un problema para nuestra sociedad. Frente a esto, las
debilidades del Estado han sido los puntos clave para el desarrollo de nuevos
grupos extremistas que se quieren apoderar de entornos.
La
generación del conflicto se da cuando aquellos grupos requieren apoderarse de
municipios y tierras que pertenecen al Estado. Debido a esto, aquellas personas
que se crían en este entorno van cogiendo este camino o ya sea porque no tienen
otra opción, o de pronto sí la tienen, pero buscan el dinero fácil, generando
siempre la problemática social amplia": Mariela Rincón.
Un nuevo comienzo
El
municipio de Génova se ha visto muy iluminado en el sentido social, ya que ha
integrado varios aspectos de compromiso y trabajo social en equipo. De igual
manera se ha venido convirtiendo en un ejemplo de lucha y superación. Ha sido
duro, sí, pero se han sabido restablecer y coordinar nuevos escenarios con
administraciones que van de la mano de la sociedad, siendo integradoras y
acabando la mayoría de la corrupción que desangra nuestros entornos, porque la
gente está cansada y ha luchado por hablar, denunciar y formar parte de un
equipo humano que no deja derrumbar su municipio.
Ver en los rostros de sus habitantes la alegría de vivir un
ambiente en paz y con el mejor calor humano que acoge este humilde pueblo;
donde los niños salen corriendo tranquilos a la tienda cada mañana a comprar
los huevos y demás víveres para su desayuno. Todo esto se desarrolla de manera
social y activa paso tras paso, dando origen a un nuevo comienzo, sin armas,
sin violencia, sin guerra y sin alucinógenos.