El papel de los líderes comunitarios en la
Construcción de la paz es clave porque permite la inclusión de la población en
la toma de decisiones a través de escenarios de participación ciudadana. Miriam
Gonzalez es una líder, quien actualmente trabaja en el Barrio Asivag de
Gachancipá.
Redacción: Ruby Johanna Acero
Construcción de
paz desde la casa:
Un
claro ejemplo del trabajo comunitario comprometido e incluyente, que busca
fortalecer acciones de convivencia sana en el municipio, es el desarrollado por
la Señora Miriam Gonzalez de Cortes, una
mujer líder, quien se ha caracterizado por la búsqueda continua del bienestar
comunal.
La
Señora Gonzalez ha sido un destacado miembro de las distintas instancias de
participación ciudadana como la Junta de Acción Comunal del Barrio Asivag por
más de 22 años desempeñándose en diversos cargos desde secretaria hasta
presidenta.
De
la misma forma es recordada por su gestión como Presidenta de la Antena
Parabólica del Municipio en la que tuvo destacados logros como fue la
legalización ante el ministerio de comunicaciones de nuestro sistema televisivo
que hasta el momento era ilegal.
Como
Edil del municipio en el periodo 1998-2001, impulsó la participación de la
mujer en la toma de decisiones y en el
empoderamiento de la misma en el desarrollo de la región.
Para
nuestros líderes comunitarios y en particular para la Señora Miriam, la
inclusión de las personas que han dejado de lado las armas es de vital
importancia para alcanzar una paz verdadera y perdurable.
“El buen trato y el estímulo a la
colaboración dentro del barrio” según la Señora Miriam son las primeras
pautas para lograr una verdadera inclusión de las familias que han llegado a
nuestro municipio en calidad de desplazados.
El perdón como inicio
de la reconciliación:
Adicionalmente
menciona que las acciones que debemos promover como municipio para incluirnos
en el proceso de paz para que sea una constante en la región es “una buena convivencia, dialogo con la
comunidad y que las Juntas de Acción Comunal sepan llevar su grupo para que
haya más unión entre la gente”.
A
pesar que no es un proceso fácil, menciona con esperanza “aunque es un poco difícil, ya que tanta cosa que se ha cometido, tanta barbarie, si puede
haber paz”, partiendo de tener “un
corazón noble, no debemos seguir el ritmo de quienes fomentan la guerra sino
fomentar la paz”.
La
Señora Miriam, señala la importancia de la solidaridad con aquellas familias
que llegan a nuestro territorio, en condiciones difíciles y para los cuales el
proceso de adaptación es largo y complejo; señala que “el camino es el dialogo porque ellos también tienen derecho a vivir en
nuestro país”.
Aunque
este proceso de perdón y reconciliación no es sencillo, me embarga un
sentimiento de profunda esperanza ver que personas comunes como esta líder
tienen el anhelo de ver un país justo y equitativo y trabajan para conseguirlo,
trabajan para que nuestra comunidad sea un espacio abierto al cambio y recibe
con los brazos abiertos a todo aquel que llega a nuestra tierra con la
esperanza de una vida mejor.